Hoy, realmente ha sido un día de mierda,
pero como siempre, tengo a mi lado una pequeña lucecita decidida a iluminar mi vida.
Hoy, mi pequeña Wanda cumple ocho meses de vida y cinco de ellos a mi lado.
Probablemente mucha gente no comprenda como una cosita tan pequeña ha podido hacerse un hueco tan grande en mi corazón. Normal, me lo pregunto hasta yo...
Pero lo cierto es que siempre, sin importar qué tal haya ido el día, si ha sido el mejor día de mi vida, si he estado llorando o si he tenido que pasar el día entero fuera sin ella, mi pequeña me estará esperando con su cara de foquita enfurruñada y su naricita negra. Deseando que la saque y la deje mordisquearme la nariz...
Esto es para ti, mi Lady Lorzas, aunque tu dominio del Interner no de como para que lo veas, por ser tan dulce incluso en los días más amargos. No sé qué sería de mí si el tonto de mi novio no te hubiese sacado de aquel escaparate...
¡Te quiero, croquetita pelúa!
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