domingo, 29 de mayo de 2011

I breath deep and cry out...

¿No ves qué fácil ha sido para mí, perderlo todo en un momento?

Lo que más dolió, no fue el momento en que todo acabó, sino la procesión de flashbacks que siguieron dicho acontecimiento. Jamás podré olvidar esa horrible sensación, como cuando acercas un móvil a unos altavoces, y se oye un pitido insoportable. Creo que nunca podré quitarme esa sensación. Durante el día, oigo esa horrible "melodía", a veces casi intangible, como cuando estoy pasándolo bien; hasta que llega la noche, y con ella, el aumento paulatino de mi soledad, de mi vacío.
Odio el vacío, pero adoro que esté ahí. Es la única prueba palpable que me queda de lo que en su día fue. Sentir este vacío, es lo que evidencia que un día tú lo llenaste....
Y aunque haya pasado algo de tiempo, no solo quedan cicatrices, sino heridas abiertas de par en par.

Nadie dijo que amar doliese tanto, nadie me dió a leer la letra pequeña...

Sola entre un millón de humanos, con el corazón parado desde aquel instante en que soltaste mi mano...